VIVÍ EL MOMENTO VIRGEN DE LAS MERCEDES DE ALCALÁ LA REAL
Con gran desilusión viví el tormento
De tu ausencia, Virgen Santa María,
Y en la noche cerrada turbia y fría,
Se hizo aun más agudo mi lamento.
¿Como pude rehusar el llamamiento
Que me hiciste con tanta cortesía,
Cuando andaba perdido en agonía,
Sin paz, sin bienestar, ni fundamento?
Y ahora que me envuelve tu finura,
Gozando de un andar tan santo y vivo,
Abandono por fin mi noche oscura.
En mi desdén sufrí de la estrechura,
Y el enojo de ser triste cautivo
En una pesadilla de locura.
Tú amor y tu hermosura,
Es tan paciente, suave, viva y pura,
Que me hizo volver a mi cordura.